jueves, 24 de marzo de 2011


Cuando yo iba a E.G.B no existía el Ipod así que el objeto de deseo se llamaba Walkman. Dos marcas eran las habituales, Aiwa y Sony. Todos los niños intentábamos comseguir el Walkman con más botones del mercado. Tener presintonías en la tapa daba pedigrí al cacharro y tener Auto-Reverse provocaba la erección entre el personal. Siempre salía algún listillo que te decía "te configuro el ecualizador, verás que bien sonará", lo único hacía era disponer los botones en forma de U. Super-Bass, Mega-Bass y todo tipo de Bass tenían esos cacharros y la verdad que es todo sonaba igual. Luego teníamos al que presumía de que su cinta de casete tenía cromo y la lucía como si se hubiera comprado un puto Rolex. Nos matábamos por tener el cacharro más caro pero usábamos casetes copiados de otros casetes con su carátula en blanco y negro ya que las copias en color costaban 25 Pesetas.

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