Los platillos volantes no existen. Así de rotundo lo afirmo. Si yo fuera un ser de otro planeta y supuestamente
inteligente no usaría para viajar a otro
planeta un vehículo con la forma más
inestable que existe y mucho menos me presentaría en otro
planeta con un juego de luces propio de una discoteca si lo que pretendo es pasar inadvertido.
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